Yasujiro Ozu

Yasujiro Ozu fue un director Japonés de cine (1903-1963). Empezó con películas mudas ligeras y divertidas y pasó a películas habladas centradas en la vida doméstica de la gente corriente. Tras la guerra, continuó retratando principalmente la vida doméstica japonesa. En sus últimos años, sus logros fueron reconocidos hasta el punto de ser nombrado miembro de la Academia Japonesa de Arte.

Vida de Yasujiro Ozu

 Yasujiro Ozu nació en el actual barrio de Koto, Tokio. Más tarde se trasladó a la prefectura de Mie, donde se graduó en la Cuarta Escuela Secundaria.

 Carrera como director de cine

 En 1923, Ozu regresó a Tokio y se incorporó al departamento de cámara del estudio Shochiku Kamata. Se convirtió en ayudante de dirección, y en 1927 pasó a ser director, estrenando su drama histórico “La espada de la penitencia” (懺悔の刃). Más tarde, Ozu se hizo un nombre como director de cine con sus divertidas y disparatadas películas de serie B.

 En la década de 1930, Ozu retrató la divertida pero triste vida familiar de la gente corriente japonesa en películas como “Traicionero”(出来ごころ) . Por el momento, sus películas solían basarse en la vida cotidiana de familias pobres. Ozu siguió haciendo cine mudo hasta alrededor de 1935. En 1936, con “El hijo único”(一人息子), se pasó al cine sonoro, en el que el sonido está sincronizado con las imágenes. En esta época, Japón estaba expandiendo su influencia en Asia Oriental. Como soldado, Ozu fue a China. Regresó a Japón y reanudó la producción de películas en 1941.

 Actividades de posguerra

 Tras la Segunda Guerra Mundial, Ozu continuó retratando la vida familiar japonesa. Colaboró con el guionista Kogo Noda en guiones, entre los que destaca “Primavera tardía”(晩春), protagonizada por Setsuko Hara. A finales de la década de 1950, se pasó al cine en color. En 1953, produjo “Cuento de Tokio”(東京物語).

 Narra la historia de una pareja de ancianos que viven en Onomichi, en la prefectura de Hiroshima, y visitan a sus hijos en Tokio. Es una obra maestra que describe una vida familiar cambiante en una época cambiante. En 1959, fue galardonado con el Premio de la Academia de Arte Japonesa. En 1962 fue elegido miembro de la Academia de Arte Japonesa. Murió ese mismo año.

 Las obras de Ozu ya gozaban de cierta reputación en vida. Pero tras su muerte, su reputación aumentó, especialmente en el extranjero. Ozu era famoso por su técnica del “ángulo bajo”, en la que las películas se ruedan desde ángulos extremadamente bajos.

 La teoría del cine de Ozu

 En 1958, en su último año de vida, Ozu escribió un interesante artículo “La industria del cine: Kogoto Kobei” (映画界・小言幸兵衛) sobre su vida en el cine y la industria cinematográfica japonesa de la época. 

 Por ejemplo, Ozu, recordando su propia juventud, habló de la relación entre las ventas de las películas y la calidad artística. Al fin y al cabo, “si una película es buena y además va bien en taquilla, eso es lo mejor”. Sin embargo, a los jóvenes directores, en particular, les resulta difícil conseguir ambas cosas.

 Esto se debe a que los directores jóvenes carecen de la capacidad para hacerlo, aunque estén muy motivados. Aunque estén entusiasmados con la idea de crear una película altamente artística, aún no tienen la capacidad de producirla. 

 Por esta razón, Ozu recomienda lo siguiente. En lugar de perseguir el arte con demasiada precipitación. Dijo: “Creo que es mejor hacer películas rentables por el momento. Sería un error decir “rentable”. Pero trabaja para que mucha gente disfrute con lo que crea, y la empresa gane dinero con ello. Creo que ambos deben estar de acuerdo en ese sentido”. Los jóvenes directores adquieren competencia a medida que trabajan. Sabrán encontrar un equilibrio entre competencia y ambición. Cuando llegan a ese punto, es el momento de dedicarse al arte. 

 Ozu apoya esta conclusión recordando su propia juventud. “Cuando era joven, pensaba que la taquilla y el arte eran contradictorios. Trabajé mucho con la determinación de hacer lo que quería, aunque mis películas no ganaran mucho dinero”. Aun así, la compañía cinematográfica de Ozu no gastaba mucho dinero en sus propias películas, así que le dejaban hacer lo que quería. Si la empresa le hubiera pedido a Ozu que vendiera más, ya le habrían despedido, Ozu decía.

 No obstante, Ozu veía el problema de que las películas se orientaran demasiado a las ventas. Ozu señaló que el cine japonés de la época se estaba vulgarizando y declaró: “Ganar dinero con las películas está bien, pero debe haber una forma debida de ganar dinero. Me gustaría que fueran más moralistas. Robar sería una forma de ganar dinero. Sin embargo, sería el fin del mundo que un ladrón, que empezó siendo ladrón, se convirtiera en un ladrón peor, y finalmente en un violador que te saca un cuchillo”. Insta a que hagamos películas que podamos ver con nuestros hijos sin avergonzarnos. 

 Ozu también habló de las cualidades necesarias en la industria cinematográfica, pensando en los jóvenes directores. En aquella época, cualquiera que quisiera convertirse en director de cine tenía que pasar un difícil examen de acceso, como en cualquier otra industria. (Ozu dice que si él mismo hubiera hecho el mismo examen, no se habría convertido en director).

 Es cierto que los que superan esas pruebas son muy convenientes y útiles si se convierten en directores. Porque tienen buena memoria y pueden hacer buenos arreglos.Sin embargo, Ozu afirma que hay otras cualidades que se exigen a un director de cine. Es decir, su calidad de perspectiva e ilusión.

 Ozu también mencionó un problema en el que caen los jóvenes cineastas. Cuando entran por primera vez en la industria del cine, deben de tener su propia perspectiva y sus propios métodos. Sin embargo, al trabajar bajo la supervisión de un director de cine como ayudantes de dirección, “ven y oyen los métodos establecidos y convencionales del cine, y se comprometen, pensando que así es como se supone que debe ser la gramática del cine”. Como resultado, cuando se convertían en directores, la forma de hacer películas era siempre la misma y convencional. Como resultado, no había frescura en las películas japonesas de la época. 

 Para remediarlo, Ozu afirma sobre el cine: “Creo que no hay gramática en el cine. No hay un patrón debido. Cuando sale una película excelente, crea su propia gramática. Por lo que las películas pueden ser dignas de ver si se toman de la manera que usted quiere que sean”.

 Respecto a los actores jóvenes, Ozu ofrece el siguiente consejo. Es fácil que la gente se deje llevar por la popularidad. La popularidad, sin embargo, es poco fiable, cambiante y “tan infundada como las malas hierbas flotantes”.

 Por lo tanto, mientras nos ahoguemos en la popularidad, ésta pronto nos abandonará y seremos desgraciados. Entonces, ¿qué debemos hacer? “Mientras sigas siendo popular, trabaja duro para mejorar tu arte y graduarte de la popularidad”. Después, “aunque pierdas popularidad, puedes seguir siendo una estrella respetable”.

Yasujiro Ozu

Fuente: Biblioteca Nacional de la Dieta, Portraits of Modern Japanese (https://www.ndl.go.jp/portrait/)

Referencias recomendadas o seleccionadas

貴田庄『小津安二郎と七人の監督』筑摩書房, 2023

塚田幸光『 映画とジェンダー/エスニシティ』ミネルヴァ書房, 2019

蓮實重彦『監督小津安二郎』筑摩書房, 2016

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